miércoles, 4 de septiembre de 2013

La sensualidad de la poesía.

Una sensualidad irrevocable, 
atrayente y dolorosa a la vez,
ataviada con palabras de amor,
hecha con verdades endiabladas.

Permíteme desenvolverte,
déjame acariciar tus curvas,
percibir tus escalofríos.
Permíteme hacerte mía. 

Con unas pocas palabras,
tendrás a la humanidad a tus pies,
adorando el arte de tus versos,
adorándote, sin duda alguna, a ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario