Una sensualidad irrevocable,
atrayente y dolorosa a la vez,
ataviada con palabras de amor,
hecha con verdades endiabladas.
Permíteme desenvolverte,
déjame acariciar tus curvas,
percibir tus escalofríos.
Permíteme hacerte mía.
Con unas pocas palabras,
tendrás a la humanidad a tus pies,
adorando el arte de tus versos,
adorándote, sin duda alguna, a ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario