domingo, 29 de septiembre de 2013

Provengo de la soledad

Nací de un punto en el Infinito,
alejada de toda vida en un principio. 
Crecí sola, sin amor, 
¿para qué iba a darlo yo?

Mi pasado me convirtió en quien soy ahora,
la Diosa del mundo más temida. 
Satán es mi pareja,
y la Maldad mi amante.


miércoles, 25 de septiembre de 2013

Traedme la corona

Víctimas del terror,
despellejad vuestras rodillas,
en hacerme percibir vuestro dolor.

Arrastraos hasta mí,
víctimas de mi Mal,
para traerme la corona del ser más vil. 

Vida en soledad

Escucha el silencio; 
será tu único compañero.
Crea música con las cadenas 
que unen los grilletes. 
Utiliza como espejo,
tus propios charcos de sangre. 


martes, 24 de septiembre de 2013

Las ansias de hacerte sufrir

La ira que me recorre es insuperable;
tenerte tan cerca pero a la vez tan lejos
como si mi estómago fuera desgarrado por un sable. 

Tu dolor necesito para mi vida alargar,
tus gritos de terror mis oídos acompasarán,
y tus espasmos la felicidad me traerán.

Seré tu peor infierno hasta que estés junto a mí,
seré tu tenebrosa sombra,
aquella que te persiga hasta el fin.

La novia de la Maldad

Creadora del Mal soy,
cosecho el terror tras mi humilde morada,
para distribuirlo entre mis inferiores hoy.

El amor yo destruiré,
de la amistad me encargaré;
las familias destrozaré. 

A mi paso os arrodillaréis,
y la Magia Negra me recogerá el velo 
para que como la novia de la Maldad me veáis. 

sábado, 21 de septiembre de 2013

No habrá más felicidad

Destruiré el mundo a mi antojo,
ahora que a mis pies lo tengo.

Devoraré gustosa la felicidad,
así desaparecerá de la faz.

Cada vez que se miren al espejo,
verán su feliz pasado arruinado.

Así calmaré mi conciencia,
y regocijaré a mi alma. 


viernes, 20 de septiembre de 2013

Oscuros corazones.

Grandiosa oscuridad,
que de las noches es dueña.
Grandiosa ella,
capaz de cubrir cualquier verdad.

Sangre negra de algunos corazones.
Protagonista de todos los miedos;
va de la mano con la soledad,
y no tiene piedad con los que suplican perdones.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Entre versos muerta me hallarás

Rodeado de libros,
yacía mi cuerpo,
carente de vida;
entre cuentos perdidos.

Mi amor escrito en versos hallarás,
mi piel fue el papel,
y mi sangre, la tinta.
Mi cadáver leerás.

Plegarias al demonio

Bailemos alrededor del fuego,
invoquemos al demonio.
Recuerda que esto no es un juego.

Que nuestras plegarias escuche,
mientras las llamas lamen nuestros pies,
¡oh, Satán, esta noche escúchame!

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Me tienes miedo

Escucha la melodía,
aprecia sus notas,
agudas y desafinadas,
mi cántico de cada día.

De tu terror me alimento;
cuando mi presencia te asusta lo presiento. 
Te haces un ovillo;
me tienes miedo.

Arrepentimiento

El silencio y la tranquilidad albergaban en la casa, como de costumbre. Los rayos del sol se filtraron por la ventana inundando el pasillo. Sobre el suelo de madera algo polvoriento, con vasos de plástico, botellas y latas alrededor, se hallaba un cuerpo femenino. Seguramente, habría movido la mano en sueños y había terminado posándola sobre un pequeño charco de cerveza que se había derramado de una botella cercana.
Tenía una mejilla apoyada en el suelo y los labios levemente entreabiertos. El sol continuó extendiéndose por la casa hasta ebriagarla completamente de luz 
Pasaron varias horas hasta que Miranda se dignó a abrir con lentitud los ojos, entrecerrándolos en un principio. A la vez que se iba incorporando, iba mirando, con completa naturalidad, el desastre que la rodeaba. Sonrió con pereza al pensar lo que sus padres dirían si viesen en qué se había convertido la casa que, en algún momento de sus difuntas vidas, fue suya. 
A pesar de que era mortalmente incómoda, no se percató de que llevaba, cubriéndola la mitad del rostro, una máscara que la otorgaba un toque ciertamente angelical. Tapándole la cabeza, y aplastándole el largo cabello castaño, tenía un gorro de lana, verde. Pero no le dio importancia a su extraña combinación, fruto de las embriaguez de la noche anterior . Esbozó otra leve y cansada sonrisa al recordar vagamente la fiesta que había finalizado sólo hace unas horas. Pisó algo con los pies descalzos, pero no le dio importancia. Se dirigió hacia las escaleras, y en el primer escalón, se encontró con una blusa que no era suya. Con un suspiro, se agachó, y la cogió. Iba a ser un día largo. 
Fue recogiendo objetos ajenos según iba bajando por las escaleras, las cuales no terminó por descender completamente. Aún quedaban cinco escalones por recorrer cuando atisbó un marco fotográfico debajo de un sostén, que, por cierto, tampoco era suyo.
Apartó con ansia la prenda, moviendo el pie para ello. Se quedó bloqueada por unos instantes, cuando sus pensamientos se confirmaron. Volvió a suspirar, agachándose de nuevo. Se sentó en el escalón, y alargó el brazo para coger la foto. Cerró los ojos antes de volver a abrirlos para atreverse a mirarla. En ella se apreciaba a dos jóvenes de apenas mayoría de edad fundidas en un abrazo en aquellas mismas escaleras. Ninguna lágrima emanó de los ojos de Miranda, pero sí dejó que su mirada perdida vagara más allá de la imagen. Probablemente, su mente estaría volando entre recientes recuerdos. Sin apartar los ojos de esta, la dejó a su lado. Cogió otra botella cercana, de nuevo, de cerveza. Sin importarle el estruendo, la estampó contra el escalón, haciéndola añicos. Terminó por escoger el más grande. Y, finalmente, hizo lo que tenía que hacer. 
Al parecer, las fiestas no habían logrado hacerla olvidar la imagen del cuerpo inerte de la rubia al pie de las escaleras, con un charco escarlata bajo su cabeza. Se olvidó completamente de la fiesta. Y aquel odio que había sentido anteriormente; aquel odio hacia ella misma, volvió a emerger, inundándola por completo. 
Volvió a coger la fotografía, con sus últimas fuerzas, con las mismas manos que habían matado a su hermana, para permitir que la Muerte acudiese a ella en las mismas escaleras en las que habían ocurrido los sucesos más importantes de su vida.

martes, 17 de septiembre de 2013

La más bella máscara

Oh, amor,
ese dolor que mata,
esa sensación que de vida llena,
ese deseo de tenerte cerca.

Oh, amor,
que espanta a la soledad,
que lo más bello y escalofriante
podría pasar.

Oh, dolor,
deja de engañarnos a todos,
quítate esa máscara,
a la que haces llamar amor.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Arrástrate entre cristales por mí



Esta es una callejuela perdida de San Sebastián,
que únicamente los vagabundos saben encontrar.
Una calle que ni se han molestado en farolas poner,
una calle en la que todo puede suceder.

Desde los más espeluznante actos,
hasta una declaración de dos ancianos,
pasando por la fortificación de una amistad,
y terminando en el más bello coito de dos personas que enamoradas están. 

El suelo está creado de cristales rotos,
que en ti se clavan cuando caminas por esa callejuela,
a ciegas y con los pies sangrantes,
pensando que al final de esta pesadilla estaré.

Me ocuparé y preocuparé,
de que lo máximo puedas sufrir, 
y que al final arrastrarte tengas, 
para permitirte mis pies besar.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Mortales & ángeles

Christian estrujó entre sus manos la carta que había recibido aquella misma tarde, en donde indicaba una importante cita a la que, supuestamente, debía acudir. Con dedos temblorosos, empujó un poco la pequeña puerta de madera, que era el único obstáculo que se interponía entre él y el jardín. A un lado del mismo, en el cual no se había fijado anteriormente, había muchísimas flores. Muchas más de las que nunca nadie se podría haber imaginado. ¡Eran fabulosas! Parecían bellas damas ataviadas con sus mejores galas. Todas las flores se hallaban marchitas. Christian apartó la mirada, horrorizado. ¿Cómo podía ser tan bonito y tan triste a la vez? Decidió pasar de largo, pero no cesó de apretar la carta con la mano izquierda. Según se acercaba más, aquella gran mansión (que en su momento fue hermosa) parecía alzarse más. Llamó de forma vacilante a la puerta. Unos instantes después ya estaba abriéndose. Creyó que se había abierto sola, pero pronto asomó el rostro más bello que jamás había visto. Aquella joven, seguramente de su misma edad, parecía un ángel: facciones perfectas, rostro puntiagudo, y el orgullo en su expresión la hacía más atractiva. La nariz la tenía pequeña y respingona, y los ojos oscuros, algo almendrados. Su cabello, color caramelo, caía sobre sus hombros. Su cuerpo estaba cubierto por un camisón que parecía de lino.  Christian apenas se percató en su extraño atuendo. Abrumado por la belleza de la niña, quiso alargar la mano para acariciar la mejilla de ella. Pero cuando ya creía estar a punto de sentir la piel de Pändora bajo su mano, ella parecía alejarse. Confundido, dio un paso hacia delante. Así logró la niña que Christian fuera adentrándose en la casa.  Se hallaban en el rellano de la gran mansión. Una lámpara de araña polvorienta había sobre ellos. Las paredes estaban cubiertas de estanterías llenas de libros, pero Christian sólo tenía ojos para aquella belleza viviente.
¿Viviente?
De pronto, Pändora desapareció. Fue a girarse para buscarla, pero ella lo encontró antes. Había depositado sus manos sobre los hombros de él. 
- Christian... - susurró ella. - Llevo años queriendo tenerte a mi lado. Llevo años esperándote. - En un abrir y cerrar de ojos, rodeó el cuello del niño con sus manos.
- Ven conmigo... - el niño asintió aún sin saber a qué se refería. Ella apretó los dedos, de manera que comenzó a oprimir el cuello de Christian. Comenzó a quedarse sin aire, pero aquel cálido tacto que rodeaba su cuello, le hacían sentir seguro. 
Y así fue como el egoísta ángel enemoniado llevó consigo a su amado.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Publicación de mi libro en Amazon.


Me agrada daros la noticia de que por fin he publicado mi primer recopilatorio de poesías en Amazon. Aunque hay algunos escritos que ya habéis leído aquí, también hay algunas poesías nuevas. Espero que os guste. 

viernes, 6 de septiembre de 2013

Mi arma más letal.

Tus ojos claros
me tenían perdida,
me abstraía del mundo,
¡te amaba un poco más cada día!

Mas, todo el sentido de aquel 'para siempre'
se perdió por una mentira.
Tú mismo cavaste tu tumba;
No dudes que la venganza saborear podré. 

En una mano mi corazón hecho pedazos llevaba,
en la otra, del mundo entero el arma más letal.
Hacerte sufrir me permití,
con el odio que llevaba un golpe mortal te di.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Conmigo te amará la poesía.

Por mis venas corre tinta, 
no oses cortarlas,
o conmigo morirá la poesía. 

Mi corazón late con palabras,
no oses detenerlo,
o conmigo morirá la poesía.

Mi alma absorbe versos,
no oses amarla,
o conmigo te amará la poesía.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Alea iacta est.

Rey de su propio Infierno,
tres cabezas tiene su perro,
y a su mujer posee en invierno.

Se trata de un ser malvado,
vilmente despiadado,
que para escoger tu destino lanza un dado.

A un mortal con Pirítoo por nombre encarceló,
por el único pecado,
de a su mujer haber deseado.

De una historia de enamorados es el malo,
porque al músico un reto le propuso,
y superarlo no pudo. 

Una obsesión tuvo antaño,
por una bella ninfa, cerca de un lago,
que gracias a su esposa la menta creó.

En sus manos está tu destino,
en sus manos está tu posible castigo,
porque la suerte está echada con el poderoso.

Sí, has acertado.
Sí, hablo de Hades el malvado.
Sí, hablo del Dios del Inframundo.

Entre alas rotas & ángeles caídos.

La vida me saludó mientras caía,
se despidió con una reverencia,
mientras la muerte me sonreía,
y me abría los brazos como una vieja amiga.

También volaban a mi lado ángeles caídos,
con la única diferencia,
de que mientras ellos volaban,
yo caía perdida. 

¡Oh, criatura del Infierno!
¡Oh, espécimen del terror!
¿Cómo le cortas las alas
a tu mayor amor?

La sensualidad de la poesía.

Una sensualidad irrevocable, 
atrayente y dolorosa a la vez,
ataviada con palabras de amor,
hecha con verdades endiabladas.

Permíteme desenvolverte,
déjame acariciar tus curvas,
percibir tus escalofríos.
Permíteme hacerte mía. 

Con unas pocas palabras,
tendrás a la humanidad a tus pies,
adorando el arte de tus versos,
adorándote, sin duda alguna, a ti.

martes, 3 de septiembre de 2013

¿Sabías, amor mío..?

¿Sabías, amor mío, 
que por cada estrella que cuento,
un poco más te quiero?

¿Sabías, amor mío,

que cada puesta de sol,
el brillo de tus ojos todo desbanca?

¿Sabías, amor mío, 
razón de mi vida,
que para mí, siempre, es demasiado poco tiempo?

Oh, soledad. Oh, querida amiga.

Querida y vieja amiga,
estimada aliada,
aquella que me arropaba por las noches,
aquella que jamás me abandonaba.

Me acompañaba, pero ya no me acompañará,
fue fiel, a tu diferencia,
así que no la acuses de homicidio, 
porque fui yo quien decidió abandonarla.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Mi venganza endulzada con sangre.

Aquellas promesas,
que nunca sabré si eran falsas,
o no lo fueron en su momento;

aquellas promesas que me hicieron volar
por cielos desconocidos,
que me otorgaron el poder de soñar.

Esas promesas que, cuando pedazos las hiciste, 
fueron las causas de mi sangre,
cuando caí al perder las alas.

La sal de las lágrimas,
brotes de mis oscuros ojos,
incendiaron las heridas.

De esas heridas pronto manaría maldad,
igual que por cada poro de mi piel:
maldad que no dudaría en usar contra ti.

Descubrí el sentimiento de la venganza,
y lo saboreé mejor que el del amor,
y pronto te arrepentiste,
de no hacerme la reina de tu corazón.

domingo, 1 de septiembre de 2013

La clásica historia de la Muerte & el Amor.

Nadie nos hará olvidar esos momentos,
con esas caricias e incluso besos.
Nadie nos podrá arrebatar nuestro amor,
por el que luchamos con dolor.

El colorín colorado jamás nos alcanzó,
demasiado lejos estábamos
profanando las leyes del amor. 

Hasta que una oscura amiga nos vino a visitar,
todo era alegría real, 
no cubierta por un antifaz.

Finalmente, tú caíste en sus redes, 
y te fuiste con la oscura amiga,
cuyo nombre empieza por M,
y jamás terminará por Vida.

La niña de mis ojos.

La niña de mis ojos,
la reina de mi corazón,
aquella que compuso,
la letra de mi canción.

Aquella sonrisa,
que él te borró,
ahora seré yo,
quien la recomponga.

El número 7 nos pertenece,
el número mágico dicen que es,
tal vez por la suerte que tuvimos,
al vernos por primera vez.

Tu existencia habita en mi corazón,
tus lágrimas en mi alma.

Porque yo te quiero,
porque te necesito,
porque lo que más necesito,
es tenerte a mi lado.

Porque no soporto verte llorar,
porque por tu vida, me obligaría a matar.
Porque nadie te hará daño,
en lo que dure mi existencia.

La niña de mis ojos,
la reina de mi corazón,
aquella que compuso,
la letra de mi canción.

Porque yo te veo de una forma,
tú me ves de otra.
Yo amo a mi manera,
tú a la tuya.

El tren tarda mucho en llegar,
aún así, sabré esperar.
Porque el esperar para recibir amor
no me impacientará.

Porque aunque no te des cuenta,
yo te quiero a mi lado,
a pesar de ello,
me conformo con esto.
Porque esto no es poco,
porque esto es mi vida,
y mi vida, eres tú.

La niña de mis ojos,
aquella que compuso,
la letra de mi canción.