domingo, 10 de noviembre de 2013

Un par de lecciones para mortales

Seré yo, recuerda

Cuando el terror se expanda, deberás huir:
no será la peste negra,
ni tampoco un saqueo,
sino que acude a tu tierra,
una Diosa que tu paz puede prohibir.

Ingenuidad

Adéntrate, Mortal, por favor;
acude a mi palacio como si en tu hogar estuvieras;
donde la sangre alberga en los rincones,
los gritos me hacen de trovadores.
Ante mí se arrodillan hasta las quimeras,
y ahora lo harás tú con fervor.

1 comentario:

  1. Me gusta en general el poema (a pesar de su toque oscuro contrastando con mi habitual "Luz"). Cuida la musicalidad, y no dejes de escribir. ;)

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