martes, 5 de noviembre de 2013

Te mira desde arriba. [ Para y gracias a Ernesto. ]

Es una dama blanca como la nieve,
con oscuridad sólo en su negro corazón,
con aquel que te desnuda cuando te ve.

Nada tienes que hacer ante ella,
te domina y saborea como una droga,
te deslumbra con su propia estela.

Como un juego te manejará,
ni por pena te querrá,
el ser más miserable en ti verá.

Es una dama blanca como la nieve,
con oscuridad sólo en su negro corazón,
dueña de ojos castaños tan crueles como ella. 

[ Gracias a @ErnestVeliz he podido escribir esta poesía. ]

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